LA LLEGADA DE UN HERMANITO. ¿CÓMO CONTÁRSELO A TU HIJO?
MimuselinaPreparar a tu hijo para la llegada de un nuevo bebé es una de las tareas más complicadas a las que os enfrentaréis como padres a la hora de ampliar la familia.
Y es que si tomar la decisión de ser uno más ya es algo difícil, imagináos vuestros miedos e incertidumbres vistas desde los ojos del hasta ahora rey o reina de la casa. La llegada de un hermano puede convertirse en una situación de estrés para nuestros peques y por eso, los adultos tenemos que comportarnos con la mayor naturalidad posible.
Los temidos celos aparecerán. Decir lo contrario es engañar. Cuanto más preparados estéis para identificarlos y mantenerlos a raya a la vez que hacéis que vuestro hijo mayor esté feliz y se sienta co-partícipe de la nueva situación mucho mejor. Cuando llegue el nuevo hermanito todas las miradas, visitas, atenciones y regalos ya no serán para él. Hay que prepararlo desde mucho antes, desde el mismo instante en que estáis pensando en ampliar la familia u os enteráis vosotros que vais a ser uno más. Cuando Valeria era ya una realidad en la tripita empezamos a hablar con el pequeño Nico. Os daré unos cuantos consejos de cómo lo hicimos (aunque no logramos evitar al 100% los celos)
Lo primero que tenéis que saber es que no se puede afrontar igual si se trata de un niño más pequeño o más mayor. Si tiene menos de dos años intentar que razone es más que imposible, su capacidad de entendimiento es limitada. Por ejemplo, nosotros a Nico le enseñábamos la tripa casi a diario y le explicábamos que dentro estaba creciendo su hermanita. Pero claro, él no tenía ni idea de lo que significaba "hermanita". No sé si en su cabeza se imaginaba un juguete o un ente o... ¡vete a saber!. Había que explicarle que nacería un bebé, pequeñito como él nació, que necesitará los cuidados de mamá... Nos gustaba, cuando paseábamos y veíamos recién nacidos, decirles que así sería su hermanita. También recurríamos a fotografías de cuando él era un bebé, así parecía que se hacía más a la idea.
Si se trata de un niño más mayor, hablar y razonar es más fácil y nos entenderá y comprenderá mucho mejor. Seguramente nos hará muchas más preguntas y querrá satisfacer dudas: cómo se está formando, querrá intervenir en la decoración, en la elección del nombre... Esto es genial porque cuanto más partícipe se siente más fácil será la llegada del hermanito.
POR FASES: LA NOTICIA
-Encontrar un buen momento para decírselo, dónde estéis relajados y preguntarle qué le parecería la llegada de un hermanito, ponerle ejemplos de amiguitos que tengan un hermano para que lo sepa... Os pondrá cara de ¿qué me estáis contando? y seguirá a su rollo. Al principio es normal, porque no saben lo que significa y los cambios que traerá. Eso llega en la segunda fase.
LA ACEPTACIÓN Y LA ADAPTACIÓN
- A lo largo de los 9 meses de embarazo explícale todo, los cambios, la evolución, lo que sientes, las visitas a los médicos, las fotos de las ecografías... Siempre de manera sencilla para que él lo comprenda.
-Puedes animarlo a que toque la tripa, a que sienta las patadas o los movimientos del bebé, a que escuches sus latidos. Con esto último se emocionan muchísimo.
-Es muy importante la implicación en la llegada del bebé. Cuánto más próxima está la fecha de parto se producen mayor número de cambios. Pero de todos puede formar parte el, hasta ese momento, pequeñín de la familia. Por ejemplo: decoración de la habitación: podéis preguntarle por los colores que más le gustan; el nombre: aquí seguro que se muestra muy participativo, jeje. Además si sabéis el nombre con antelación ayudará a poner identidad a la personita que está creciendo dentro. Hablar del bebé en camino con su nombre lo humaniza antes.
-Procura pasar tiempo con él, a solas, dedicarle ratitos y momentos, que no se sienta desplazado y en ellos aprovecha para hacerle entender que cuando llegue el bebé mamá tendrá que cuidar mucho de él porque es muy pequeño e indefenso, y que él te tiene que ayudar. Que se sienta responsable ayuda a crecer y madurar. También debes explicarle que cuando nazca tendrás que ir unos días al hospital para que los médicos te ayuden y que muy pronto estaréis todos juntos en casa estrenando realidad. Estarás agotada pero esos momentos con él serán muy importantes cuando llegue el hermanito. Es importante también que lo conozca cuanto antes. Que os visite en el hospital en cuanto podáis, así también podrá comprobar que tú estás bien, que se agobian mucho con esto.
-Dialoga mucho con él, si le sientes triste, preocupado, que te lo cuente, mejor que hable.
-No te olvides de él. Es difícil centrar tanta atención pero como dicen, cuando nace un segundo hijo no se divide el amor, se multiplica. Pues igual con esto.
FUNDAMENTAL
Lo recalco por fuera, porque me parece fundamental, fundamental. Si vuestro pequeño
está en época de cambios, no los dejéis todos para última hora y que coincidan con la llegada del bebé porque psicológicamente puede asociarlos y crearle algún trauma. ¿Que a qué me refiero? Pues por ejemplo:
-El traslado a su cuarto, o a su cama. Que deje de dormir con vosotros o en un entorno seguro para él para cambiarlo por otro. Se puede sentir desplazado y pensar, claro, ahora llega el nuevo y a mí me echan.
-El pañal. Si vais a quitarle el pañal, hacerlo progresivamente y con antelación porque puede agobiarse y sentir demasiada presión. A nosotros nos pilló en esta etapa y hubo unos meses que fuimos para atrás, y lo conseguido hubo que volver a trabajarlo. Pero al final, con paciencia, se consigue.
-Dejar el chupete, ir a la guardería o el colegio... Todo esto puede suponer un trauma si se realiza de golpe justo coincidiendo con la llegada del nuevo inquilino de la casa.
-También hay que ir meses antes llevando la situación al terreno que os interese: el padre podrá implicarse más, ya que meses después pasará más ratos con él. También con otros adultos a los que tengáis que recurrir. Si tiene complicidad desde mucho antes no será duro para él quedarse luego con él mientras sus padres están con "el otro".
UNA VEZ EN CASA, ¿QUÉ?
Cuando el nuevo miembro haya llegada tendréis que daos un periodo de adaptación todos. Y cuando digo todos, digo todos. La pareja en sí, la pareja con el grande, la pareja con el recién nacido, el hermano grande con el hermano pequeño... Todo es nuevo para todos. Y es aquí donde empezarán los pulsos, los celos en sí, las llamadas de atención, en definitiva lo más difícil, justo cuando más agotada estás, cuando el pequeño reclama toda tu atención. Pero tranquila, podrás con todo.
-Permítele que mire, que acarie, que le dé besitos al recién nacido.
-Deja que te ayude con algunas tareas sencillas, tampoco es cuestión de convertirlo en súperresponsable de golpe. No puede ver esa ayuda como una obligación, si no, la rechazará.
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-Por otro lado que no os sorprenda si vuestro grandullón, que ya había dejado el chupete, o el biberón, quiere volver a ello. Las regresiones es una manera que tienen de llamar la atención y reclamar los mimos y cuidados que ahora tiene el pequeño y él no. Debes afrontarlo con naturalidad y hacerle entender que eso ya no es lo que quiere y que no le gusta, que ya no es un niño pequeño, que ahora es el hermano mayor.
-Dentro de poco podrán jugar juntos y empezará lo divertido... para ellos, para ti, no, jejeje.
Ahora tienes dos príncipes en la casa y ambos lo tienen que saber. Mucha paciencia y que el reinado os sea leve... Yo los miro y son lo más bonito que he hecho en mi vida y si volviera atrás, repetiría.