Piernas hinchadas durante el embarazo

¿Embarazada y con las piernas hinchadas? Esto te interesa...

Mimuselina
Una de las principales molestias que tuve durante todo mi embarazo, pero muy especialmente hacia el tercer trimestre, fueron las piernas hinchadas. Sin estar embarazada, siempre he tenido tendencia a tener mala circulación, así que estando embarazada la cosa se complicó mucho más.
Si estás embarazada y tienes las piernas o pies hinchados, debes saber que es algo bastante habitual. Lo notarás especialmente cuando hace mucho calor y al final del día, si has estado mucho rato de pie o sentada. Te contamos cómo aliviar la hinchazón y pesadez.

La retención de líquidos durante el embarazo

Durante el embarazo son muchas las molestias que vas a ir sufriendo, y la retención de líquidos o edema es una de ellas. Son los responsables de que notes tus tobillos hinchados a final del día, y de la pesadez, e incluso dolor, en tus piernas. También es bastante frecuente que durante el tercer trimestre de embarazo, aparezcan varices y celulitis.
¿Sabes por qué se produce? Son varios los motivos que provoca la acumulación de líquidos en el embarazo. Por un lado, son los propios cambios hormonales del embarazo (estrógenos), los que favorecen la acumulación de líquido extra-celular y la permeabilidad de los vasos sanguíneos.
Por otro, debido al considerable tamaño de tu útero, se comprimirán algunos vasos sanguíneos, encargados de transportar la sangre de los miembros inferiores hasta el corazón. Esto hará que se acumule líquido en los tejidos y se forme el edema.
Durante el embarazo, también aumenta el volumen sanguíneo, cuya presión también favorece la acumulación de líquido.

Cómo aliviar las piernas hinchadas durante el embarazo

Tienes diversas maneras para aliviar las molestias que provoca la hinchazón. Algunas te servirán para prevenir su aparición y otras para aliviar los síntomas. En cualquier caso, todas van enfocadas a lograr una mejoría.
A estas alturas ya sabrás que es fundamental que lleves unos hábitos de vida saludables y, en este sentido, cuidar tu alimentación y hacer algo de ejercicio físico, te ayudarán a prevenir y aliviar los síntomas.
Es importante que controles la sal de las comidas, porque unos niveles de sodio elevados favorecen la retención de líquidos. Evita las comidas grasas y opta por las frutas y verduras siempre que puedas.
Así mismo, realizando cualquier actividad física moderada favorecerás la circulación sanguínea. No necesitas pasarte horas y horas haciendo deporte… puedes salir a pasear un rato todos los días, o realizar otras actividades como yoga o pilates. Ojo! Siempre adaptadas a mujeres embarazadas. Verás que practicar deporte es una acción bastante agradecida, con la que notarás mejoría rápidamente.
También es importante que bebas agua suficiente, que te ayudará a eliminar toxinas. Lo ideal… como mínimo 2 litros. También puedes tomar zumos, te o cualquier bebida que te apetezca.
Para conseguir mejorar la circulación sanguínea de tus piernas de forma bastante rápida, es realizarte masajes circulares y ascendentes, que vayan de tus tobillos a tus muslos. Puedes aplicarte cualquier tipo de crema hidratante, aunque las mejores son las cremas de frío, especialmente en verano cuando las temperaturas son muy elevadas.
Pero, sin ninguna duda, lo que más me funcionaba a mí, era mantener las piernas en alto. Acostúmbrate a hacerlo tanto si estás sentada como si estás tumbada. Cuando te vayas a dormir, hazlo mejor sobre el lado izquierdo (para no presionar la vena cava, que lleva la sangre desde los
miembros inferiores hasta el corazón), y siempre con un cojín bajo los tobillos. Como siempre, puedes ayudarte del cojín nido de Mimuselina, que cuenta con múltiples beneficios.
Y cuando te duches… alterna los baños de agua fría y caliente para estimular la circulación de la sangre.
Evita permanecer mucho rato en la misma posición, cruzar las piernas e intenta llevar siempre ropa y zapatos cómodos. Piensa que los tacones no son una buena idea durante el embarazo. ?
Llevando a cabo estas recomendaciones, la hinchazón y dolor en tus piernas y tobillos debería mejorar. Si no es así, acude a tu médico para que valore tu estado y te indique cuál es la mejor solución para evitar algunas complicaciones.