Semana 34 de embarazo. Tamaño y evolución del bebé @Mimuselina
MimuselinaSemana 34 de embarazo: El bebé
El bebé ya pesa unos 2.200 gramos y mide un total de 44 centímetros de la cabeza a los pies. Se parece a una calabaza alargada.
El 90 % de los bebés se giran ahora y se ponen cabeza abajo (dentro de la pelvis de la madre). Un 5 % se dará la vuelta un poco más tarde y los demás se quedarán sentados.
Se pueden dar excepciones que harían necesaria una cesárea: presentación de cara (permite el parto por vía natural), presentación de frente (a causa de la mayor dimensión del diámetro con el que el pequeño se presenta al canal del parto, es necesario practicar una cesárea) y presentación de hombros (precisa también, casi siempre, de una cesárea).
Queda muy poco para conocer la carita de tu bebé, y aunque ya es un bebé formado y presenta ya el aspecto que tendrá al nacer, las semanas que faltan son todavía muy importantes para su desarrollo. En este tiempo ganará peso y sus órganos se seguirán preparando para funcionar fuera del útero, especialmente los pulmones.
Las conexiones cerebrales van a un ritmo trepidante y la cabecita de tu bebé va creciendo con ellas. El cerebro y el resto de sus órganos principales están finalizando su desarrollo para después del nacimiento adaptarse definitivamente, con el fin de llevar a cabo sus funciones de manera independiente.
El bebé percibe estímulos, a los que reacciona más vivamente que nunca. Aunque está en una etapa en la que duerme mucho, también está muy atento a todo lo que le rodea y cualquier cosa que te quite el sueño puede afectarle a él también. Si esto ocurre de forma continuada, puede ser perjudicial. Así que recuerda que tu embarazo es muy importante y adapta tu ritmo de vida a tu estado.
Con frecuencia, el bebé tiene hipo y se chupa el dedo.
Semana 34 de embarazo: La mamá
Estás en la semana 34, o lo que es lo mismo: sólo quedan seis semanas aproximadamente para el nacimiento del bebé. Es interesante conocer las señales que anunciarán el inicio del parto. Cada mujer tiene un parto diferente, pero hay algunos síntomas pre-parto comunes como: contracciones regulares que se presentan a intervalos cada vez más cortos, romper aguas (ruptura del saco amniótico) o un flujo mucoso manchado de sangre, dolores en la zona lumbar acompañados de dolores de tipo menstrual.
Todo esto indica que el cuello del útero comienza a dilatarse. De todas maneras, la aparición de cualquiera de estos síntomas no implica necesariamente que haya comenzado el parto, puede que tenga señales de parto días o incluso semanas antes de dar a luz.
En todo caso, consulta a tu médico si tienes dolores de estómago, si tienes la sensación de que el bebé hace presión hacia abajo o, por el contrario, se mueve menos que en las semanas anteriores.
El útero llega hasta 14 centímetros por encima del ombligo y esto hace que los órganos intestinales (intestino, hígado, bazo…) se desplacen hacia arriba y puedas notar dolor, presión y escozor en la zona costal. Este cuadro se llama neuritis del intercostal y se debe a la irritación de los nervios que se encuentran entre las costillas. Puedes aliviar el dolor costal con estos consejos:
⇰Calor local en la zona dolorida con una manta eléctrica o bolsa de semillas caliente.
⇰También disminuye el dolor el hecho de levantar el brazo del lado afectado.
⇰Si pese a todo, persiste la molestia, puedes tomarte un paracetamol. (Consultar con el médico cualquier medicación)
La mayoría del tiempo, tanto tu sistema nervioso como tu sistema cardiovascular se ajustan a los cambios que ocurren en tu cuerpo, pero a veces, no pueden y eso hace que te marees.
Si el bebé está encajado, puede que sientas cierta presión en los huesos de la pelvis. También es probable que sientas necesidad de orinar con mayor frecuencia.
No dejes de practicar ejercicio o hacer yoga, aunque sólo sea salir a dar un paseo diario o una clase de yoga prenatal a la semana. Es importante que ayudes al bebé a encajarse y te encuentres en buena forma física de cara al parto. La respiración y los beneficios del yoga te pueden ser muy útiles de cara a las contracciones, el dolor, la dilatación y el expulsivo final.
El embarazo es un proceso fisiológico que conlleva determinadas modificaciones físicas, funcionales y psicológicas que se notan en el embarazo semana a semana.
A partir de la semana 34 de gestación, necesitarás prestar un especial cuidado a tu piel, ya que debe estar muy hidratada y nutrida para evitar la aparición de estrías como consecuencia del estiramiento de la piel por el aumento de peso. La única manera de luchar contra las estrías es evitar su aparición, pues dejan una cicatriz en la piel difícil de borrar una vez que se produce.
Os esperamos en la semana 35.