Efectos negativos de un exceso de regalos en los niños
Mimuselina
¿Con cuántos paquetes crees que se juntará tu peque estas fiestas? ¿Temes que se vuelva loco a abrir cajas y cajas, con juguetes a los que apenas hará caso después? Las escalofriantes cifras dicen que la media está en 9 regalos por niño en Navidad. Este exceso de regalos es una auténtica locura que, además, tiene consecuencias muy negativas en los niños.
Entre los abuelos, los tíos, en casa, etc. los más pequeños reciben en estas fechas infinidad de regalos. Tantos que ni siquiera los recuerdan cuando se les pregunta qué les han regalado. Pero lo grave de todo esto, como decimos, son los efectos negativos del hiper-regalismo en la formación y desarrollo de los más pequeños de la casa.
La publicidad, machacona desde hace semanas, con técnicas persuasivas hacia los más peques, les empuja a encapricharse de muchísimos juguetes que en el fondo no desean. Apuntan todos en su interminable carta a los Reyes Magos, pero es una pena ver, cómo después del dineral que valen muchos de estos juegos o juguetes, los pequeños no les hacen ni caso pasados los primeros minutos. Y esto ocurre porque realmente no los querían.
Exceso de regalos: consecuencias muy negativas
Puede que ahora no le des importancia y disfrutes viendo cómo se emociona con cada envoltorio nuevo a romper y cómo sonríe con cada juguete nuevo. Pero no es nada positivo atender todos los caprichos de los niños y regalarles todo lo que piden. Los especialistas advierten de las graves consecuencias en el desarrollo emocional del niño de recibir muchos regalos:Efectos del síndrome del niño hiperregalado
Un niño hiperregalado es aquel al que colman de juguetes y regalos (por Navidad, su cumple o cualquier otra fecha destacada) y, por ello, le falta la concentración para poder fijarse en todos, valorarlos, y por encima de todo, disfrutarlos. Lo más triste es que tú le llenas de regalos con la mejor de las intenciones, de eso no hay duda. Pero tus buenas intenciones caerán en saco roto, porque un niño hiperregalado no valora el esfuerzo que ha hecho otra persona al hacerle ese regalo. Estos niños serán, muy probablemente, adultos materialistas que se dejarán llevar por el consumismo. Con baja tolerancia a la frustración, encima, porque siempre habrán recibido recompensas materiales sin habérselo ganado. No valorarán lo que tienen porque no sabrán entender la teoría del esfuerzo.Otras consecuencias del síndrome del "niño hiperregalado"
– Anestesia: permanecerá impasible, restando importancia a valores como el esfuerzo, la austeridad, la generosidad, etc. – Avaricia: le hará desear ser más que los demás y tener más que los demás, sin valorar realmente todo lo que tienen y lo que cuesta. – Niños caprichosos: inconformistas, con tolerancia 0 a la frustración, y que no se conformarán con nada, siempre querrán más y más, y lo peor, teniendo un gran vacío emocional interno imposible de llenar. No se contentarán con nada, ni estarán plenamente satisfechos. La parte más triste de todo esto es que muchas familias, desgraciadamente, quieren compensar a los más pequeños el poco caso que se les hacen durante el año, por el trabajo u otros compromisos. Y esto es un error garrafal; intentan suplir esa carencia con regalos pensando que así serán más felices, o comprar a los niños con muchísimos regalos, no es educarlos, más bien todo lo contrario. Lo cierto es que los niños lo que necesitan son menos juguetes y más tiempo con sus padres, pasar tiempo de calidad. Mismo error si lo que se quiere es aparentar más ante los padres de otros amiguitos del colegio. Muchos padres quieren ser más que otros y que sus hijos sean los más envidiados, cuando en realidad pueden ser los más vacíos de cariño.. que no llenarán, jamás, a base de regalos. Así los regalos parecen ser una competición, creando niños avariciosos y caprichosos que no le dan ningún valor a lo que tienen entre manos, ya sea un regalo de 5 euros o de 100. Por eso nos gustaría desde aquí hacer una llamada de atención a los padres: conviene concienciar a los más pequeños, hacerlos responsables, y que aprendan a darle el valor que tienen los regalos. El niño debe valorar la cultura del esfuerzo, no del regalo llega porque sí haga lo que haga o se porte como se porte. Que aprendan a luchar por lo que quieren les hará más fuertes y mejores personas en el futuro. Recordad que en estos años estamos forjando cómo serán el día de mañana.El número de regalos perfecto
Los pequeños han de saber que no pueden pedir cientos de cosas. Para eso está la regla de los cuatro regalos: la cifra perfecta para los regalos en navidad. Si buscas ideas de regalos de navidad, y acertar, a continuación te damos lo que se ha demostrado como la selección de regalos óptima: la regla de los 4 regalos. No deberían incluir en sus listas para los Reyes Magos o Papá Noel, más de estos cuatro regalos divididos en los siguientes principios:REGLA DE LOS 4 REGALOS NAVIDEÑOS
- Algo para ponerse. Ropa, zapatos, complementos, etc. Una prenda o similares que les sirva para vestirse o llevar puesto.
- Algo para leer. Un buen libro nunca falla.
- Algo que realmente necesiten. Todos los niños (bueno, en realidad todos), acabamos teniendo algún producto que nos hace falta realmente... aunque tengamos de todo.
- Algo que realmente deseen. ¡El merecido caprichazo!
También podéis aplicar otras ideas:
- Deben saber que hay niños que no tendrán nada, por determinadas circunstancias. En nuestro caso siempre pedimos en la carta algo para los que menos tienen y luego llevamos el juego y algunos de segunda mano a los más necesitados. Esto les hace poner los pies en el suelo, es un bocado de realidad, que les hará valorar lo afortunados que son.
- Si queremos acertar es bueno preguntarles sobre la lista que han hecho a los Reyes Magos, cuáles serían los que más ilusión les harían... si aparecen bajo el árbol de Navidad. Una buena fórmula es que los ordenen por orden de preferencia.
- Fomentar que pidan juguetes didácticos, interactivos, educativos. Juegos que fomenten la socialización, el compartir con otros niños, el ser creativos, etc.
- Hacerles ver a los más pequeños si son útiles, si les van a dar uso o van a acabar en el altillo, o guardados en un cajón.