Además de los enunciados de Carlos Gardeta, añadiremos por la propia experiencia otro punto:
-La confianza que ganan los pequeños y la independencia que adquieren. Gateando libremente por el suelo van donde deciden y quieren.
Por todo esto es importantísimo PROMOVER EL GATEO.
Además del espacio apropiado: limpio, seguro, acogedor, cálido... Tenemos que estimular y promover ese gateo. Recordando siempre que cada niño es un mundo y sigue su ritmo (no hay unos meses exactos para iniciarse a gatear) y que no debemos forzar a los pequeños a ponerse de pie, si no generaremos inseguridad y miedo.
Para ello debemos colocar a su alrededor objetos o juguetes que puedan llamar su atención: peluches, mordedores, sonajeros, pelotas...
Utilizar el rulo o rodillo de gateo. Con él veréis los avances de los pequeños, que comienzan temerosos y con él empiezan a ganar esa fuerza en los brazos, a levantar el abdomen y el pompis ganando fuerza en las piernas y tobillos.
Colocad esos juguetes al otro lado y siempre bajo la vigilancia de un adulto, utilizadlo para que vuestros peques quieran alcanzarlos. Veréis cómo empujan y ganan fuerza en los dedos de los pies, en los pies, y en las caderas.
A que después de leer todo esto entendéis por qué la respuesta a cuántos de vuestros bebés habían gateado debía ser el 100%, ¿verdad?.
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