El sueño del bebé: crear hábitos y rutinas
Mimuselina
Toda máquina completa trae consigo un manual de instrucciones... Toda menos tu hijo. Cuando sales del hospital con él, todo un mundo nuevo se abre ante vosotros y no tendréis ni idea. Y no, no busquéis que ni tienen la barra de pan debajo del brazo, ni tampoco un libro con las instrucciones de uso.
Bromas aparte, vuestro pequeño dependerá totalmente de vosotros, que tendréis que educarles en todo. En el sueño también. No viene de serie, ni es innato, el hecho de dormir se puede enseñar, se puede educar, se puede y se debe formar creando una serie de rutinas y costumbres que favorecerán esas horas de sueño y descanso.
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| Cuco bebe Mimuselina |
Y como ya os comentaba en alguna otra ocasión, ese descanso es fundamental para su desarrollo y para el bienestar de la pareja y la familia. Y al leer esto, muchos sabréis de lo que estoy hablando. Cuando vuestro bebé no descansa, no duerme bien, está lloroso, irascible, incómodo y pasa malos días y malas noches... Vais entrando en un bucle en el que cuanto menos descansáis vosotros, más crispados estáis, más nervios contagiáis al peque y peor sigue durmiendo y descansando él. Para evitar esta pescadilla que se muerde la cola, os daré algunos trucos que en nuestro caso nos sirvieron con los peques y el sueño infantil. Dormir una noche entera, es posible. (A veces cuesta, os lo digo yo que tardé 8 meses en conseguir hacerle la foto a Valeria con su BabyMoment Card de "He dormido toda la noche", jejeje)
EL RITUAL DEL SUEÑO
Generar rutinas a la hora de irse a la cuna o a la cama es FUNDAMENTAL. Los bebés no diferencia entre el día y la noche, y cuando son muy pequeños duermen durante muchas horas, incluso siestas largas durante el día, por eso es importante que, a base de repetir costumbres, los bebés construyen su propia estructura del descanso.
El sueño del bebé debe ir acompañado de momentos de relax y cariño, por eso a nosotros nos encanta el baño, con sus mimos, con sus masajes al darle la cremita, con su cambio de pañal limpito y su pijama. Es importante ser constante, así el niño interiorizará su descanso y lo asociará a estos momentos. Con todo esto no vamos a conseguir que se duerma, sólo lo estamos preparando para que lo consiga solito.
Las rutinas llevan a la anticipación y a que el m undo del bebé sea predecible:
-Procurar que el baño sea siempre a la misma hora.
-Después del baño darle cremita en el cuerpo para hidratarle y masajearle de manera relajante.
-Ponerle su pañal y su pijama limpios.
-Darle la última toma o el último biberón y conseguir que expulse el aire, así descansará mejor.
-Utilizar sólo el cuco bebe o la cuna para dormir, de manera que asocie estar tumbado en ese rincón con el sueño.
-Música relajante en la cuna para dormir, a mis peques les encantaba.
-Lejos de lo que podáis pensar, durante los primeros meses de vida los bebés no pueden acostumbrarse a los brazos, cosa que sí puede pasar a partir de los cinco o seis meses de vida. Aquí corremos el riesgo de que asocie el sueño al balanceo, a mecerlo entre los brazos o a estar acurrucado en tu pecho y que sin ello no se duerma. Así que procura evitarlo justo para el momento del sueño. Acarícialo antes, durante el baño, pero no justo a la hora de dejarlo en la cuna.
-Cuando lo dejes en su cuna mejor salir de la habitación, protestará durante unos minutos pero terminará por caer rendido.
-Utiliza algún peluche, chupete, algún accesorio con el que tu peque se sienta cómodo y seguro.
Así vuestro pequeño irá cogiendo costumbres de sueño. Rutinas que irán cambiando por edad. Por ejemplo, los recién nacidos pueden llegar a dormir hasta 16 horas al día. Cuando llegan a los dos meses los pequeños duermen más por la noche, diferenciando algo más entre luz y oscuridad. Y a partir de los tres meses pueden dormir hasta 6h seguidas por las noches sin despertarse entre tomas. A partir de los cuatro meses pasará más tiempo despierto en la cuna y a partir de los seis meses su sueño no estará tan condicionado por las tomas y la alimentación, ya que no necesitará comer tan a menudo. Además todos los estímulos que tiene alrededor le perturbarán ese descanso, debatiéndose entre descubrir el mundo o dejarse vencer por el sueño. Llegando a los 10-12 meses su descanso ya se asemeja al de los adultos.
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Y es aquí donde por ejemplo, los cuentos, son un gran recurso. Te tendrán cerca, hablándoles y ese rato les encantará, al igual de las nanas o las canciones (para los que sepáis, nosotros nunca, jeje, que si no, no paraba de llover). Eso sí, no os quedéis hasta que coja el sueño, si no, se acostumbrará y hasta que no se duerma no os podréis ir. Debe aprender a coger el sueño por sí solo. Descubre en mimuselina la más amplia selccion de productos para el descanso de tu bebe, como el nido bebe con cuña antirreflujo.
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