Alimentación de la madre durante la lactancia y el post-parto
MimuselinaLas claves para una buena alimentación del bebé está también en una buena alimentación de la madre durante la lactancia y el postparto.
Son evidentes los cambios que se producen en tu organismo durante el embarazo y, tras el nacimiento del bebé, es bastante frecuente que no recuperes tu peso habitual hasta pasados los seis meses. Has leído bien… Mínimo seis meses (no es oro todo lo que reluce como en las modelos, famosas, redes sociales y revistas). Pero tranquila, porque aunque te lo tomes como algo personal, debes saber que nos pasa a la mayor parte de mujeres y no hay razón para preocuparte por ello.
Hay otro gran motivo por el que preocuparse ahora: alimentar a tu bebé (siempre hablando de la lactancia materna) y eso pasa porque tu alimentación sea la mejor. Hay que cuidarse tanto o más que durante los meses de embarazo.
Si además estás dando el pecho a tu bebé, deberás tener en cuenta una serie de consideraciones extra. Mediante la lactancia estás alimentando a tu bebé para que crezca y se desarrolle de forma correcta, y por ello, deberás cuidar especialmente tu alimentación.
Alimentación de la madre durante la lactancia
Mientras estamos dando el pecho al bebé, nuestras necesidades de energía se verán aumentadas, necesitando un aporte calórico superior, que generalmente gira en torno a unas 500 Kcal extra. Por este motivo, nuestra dieta nos deberá garantizar un aporte suficiente de calorías y nutrientes.
- En primer lugar, durante las semanas posteriores al parto, es frecuente padecer anemia. Por ello tu dieta deberá ser rica en hierro. Adelante con las legumbres y las carnes rojas.
- También son recomendables los alimentos ricos en fibra. Los niveles elevados de ciertas hormonas hacen que el tránsito intestinal sea más lento. Seguro que agradecerás todos aquellos alimentos que te ayuden a combatir el estreñimiento. Las frutas y verduras serán imprescindibles y los cereales y el pan integral, también.
- Los cambios hormonales son también los responsables de que necesites un aporte superior de calcio. Para cubrir estas necesidades extra, puedes tomar más leche y derivados lácteos.
- Lo que sí deberás evitar es el consumo de grasas saturadas, presentes en los embutidos, frituras, comidas procesadas, los dulces y la bollería industrial. Si te apetece mucho, no pasa nada si te comes un dulce de vez en cuando. Procura que sea casero. Hazlo tú y será mucho más sano. Que haya que incrementar el aporte calórico no significa hacerlo a cualquier precio, y lo que hay que introducir son nutrientes, no calorías de bajo poder, grasas que no sirven ni aportan nada.
Cojín de lactancia de Mimuselina
Las grasas insaturadas y las proteínas son totalmente necesarias, y puedes encontrarlas en pescados, como el salmón; en los huevos; las nueces o los aguacates, entre otros. Y recuerda que es mucho más saludable hornear, hervir o asar los alimentos que freírlos o empanarlos.
A menudo, también es frecuente que si estás dando el pecho, tengas más sed de lo habitual. Pues, puedes beber agua, toda la que quieras. Eso sí, deberías reducir el consumo de bebidas azucaradas y gaseosas.