Alimentación complementaria del bebé: INTRODUCCIÓN DE LA VERDURA

Alimentación complementaria del bebé: INTRODUCCIÓN DE LA VERDURA

Mimuselina
La introducción de nuevos alimentos sólidos es un paso crucial a medida que tu bebé crece. A los 6 meses, aunque la leche materna sigue siendo vital, su organismo necesita más nutrientes, vitaminas minerales, y fibra. En esta etapa, comenzar con la introducción de verduras y hortalizas es esencial. Los expertos, incluida la Organización Mundial de la Salud, concuerdan en que la lactancia materna exclusiva es adecuada hasta los 6 meses. Una transición suave implica empezar con cereales sin gluten y, más tarde, con los que contienen gluten. Una opción eficaz es mezclar los cereales con tu leche previamente extraída. Esto, aunque suene peculiar, es una transición natural y beneficiosa para el bebé. Después de los cereales, es momento de añadir frutas y verduras a la dieta. Sin embargo, la leche materna sigue siendo el componente principal en la alimentación del bebé. Siguiendo las recomendaciones de tu pediatra, la introducción de verduras se ordena cuidadosamente para garantizar una adaptación gradual y saludable.
Los baberos de rizo de Mimuselina son los más prácticos para la guardería y para los comedores de los colegios. Cientos de opiniones y recomendaciones, ¡hasta desde la propia escuela infantil! los avalan.

Introducción de la verdura en la alimentación complementaria de los bebés

Se pueden emplear diversas verduras, siendo las más comunes la patata, puerro, calabaza, calabacín, zanahoria y judías verdes. No obstante, algunas verduras, como las de hoja verde (lechuga, espinacas), alcachofas y borrajas, deben evitarse hasta el primer año debido a su alto contenido en nitratos. Además, conviene limitar las cantidades de zanahoria.
La preparación puede ser al vapor o hervida, sin añadir sal. Al hacer el puré, asegúrate de almacenarlo en la nevera para su consumo en las siguientes 24 horas o congélalo de inmediato. Agregar aceite de oliva virgen extra al puré mejora su sabor y valor nutricional.

Variedades de verduras a introducir

Patata:

Es la primera hortaliza recomendada. Cocínala sin sal, luego bátela con agua o leche materna y ofrécesela al bebé.

Zanahoria:

Una vez introducida la patata, puedes combinarla con zanahoria. Añade aceite virgen en crudo para conservar sus propiedades. También puedes cocerla en trozos grandes para el método de alimentación dirigida por el bebé (BLW), pero no hagáis trozos pequeños ni se la deis en crudo que es muy dura y puede causar problemas de atragantamientos.

Cebolla:

Introduce la cebolla gradualmente, considerando posibles alergias. Cocida, aporta sabor al puré. Empieza con cebolla dulce. .

Puerro:

Mezcla varias verduras para diversificar el sabor. Al batir el puerro, asegúrate de que no queden trozos. Utiliza solo la parte blanca.

Calabacín:

Es popular por su sabor. Prepara asado, cocido o en puré, solo o con otras verduras.

Calabaza:

Aunque dulce, el bebé puede rechazarla al inicio. No fuerces y permite que disfrute del proceso.

Judías Verdes:

Tritura bien las judías para evitar hebras. Cuidado con los granitos en el método de alimentación dirigida por el bebé.

Pimientos:

Introdúcelos después de los 8 meses, en pequeñas cantidades debido a su sabor intenso. El pimiento amarillo es el más dulce.

Guisantes:

Bátelos antes de ofrecerlos, ya que son pequeños. Introdúcelos a partir del octavo mes.
Observa las caquitas del bebé, ya que su dieta cambiará sus hábitos. El aceite de oliva es un aliado saludable en la preparación. Pronto, podrás introducir carne y pescado en su alimentación. ¡Tu bebé crece rápidamente! Para enfrentar este proceso de alimentación, hemos desarrollado baberos de alta calidad. Desde baberos de rizo para la guardería hasta baberos especiales para Baby Led Weaning, estamos aquí para ayudarte en esta emocionante etapa.