Azúcar en la dieta de los bebés y niños, cuidado con el exceso del primer veneno de su dieta

Azúcar en bebés y niños: el primer veneno en su dieta. Riesgos y presencia excesiva en su alimentación.

Mimuselina

No somos conscientes… bueno, puede que algo sí, pero no ¡hasta qué punto!. Sabemos lo mala que es el azúcar refinada (blaquilla) y sin embargo no analizamos la gran cantidad de ese azúcar que llevan la mayoría de los productos que ingieren nuestros pequeños. Es la gran estafa. Azúcar y niños: ¿Os habéis preguntado cómo les puede afectar en su desarrollo y en el futuro? ¿Somos realmente conscientes de que poco a poco estamos envenenando a nuestros hijos?

Suena muy fuerte pero es que es verdad y es lamentable cómo muchos productos en el mercado la llevan en exceso como si nada, superando las medidas recomendadas.

He empezado guerrera este post porque me preocupa, y mucho, el tema del azúcar y los niños. Y es que, no es porque ahora sea verano y se pasen con los helados, es que luego llega navidad y también, da igual la época del año, siempre hay excusas dulces presentes. El síndrome de abstinencia cuando ésta desaparece es increíble en los más pequeños. La dependencia de los azúcares es mucho más alta de la que nos imaginamos.
Estamos intoxicando a los niños sin apenas percatarnos, sin saber los riesgos reales que supone tanto azúcar. Un poquito de aquí, otro poquito de allá suman un mucho, demasiado, mucho más de lo tolerable y necesario. Los científicos advierte que el exceso de azúcar puede reducir ampliamente la esperanza de vida. Las bebidas azucaradas y los productos procesados son auténticas bombas.
No voy a entrar en el debate de si los niños deben estar delgados y que el azúcar engorda… No, más allá de delgados y gruesos, los niños tienen que estar sanos y bien alimentados. No consiste en no tomar azúcar para estar escuálidos, no, se trata de llevar una dieta saludable.
A ver, haced recuento y memoria de un día normal lo que pueden tomar los más pequeños: galletas, magdalenas, cereales industriales… todo eso solo en el desayuno. Para el colegio muchos se llevan un sandwich y un zumo envasado, con suerte, otros una lata de bebidas, batidos, bollos industriales, fiambres. A veces incluso para las cenas recurrimos a productos elaborados, pizzas, salchichas, hamburguesas…
El estrés de vida, la urgencia, la rapidez, la falta de tiempo para preparar cosas caseras o planificar bien todo este tipo de cosas termina por hacernos recurrir a lo fácil, a lo preparado, a lo procesado, a lo innecesariamente azucarado, a lo potencialmente enfermizo y mortal, poco a poco… Estamos poniendo en riesgo la salud de nuestros pequeños, repito, de manera innecesaria y sobre todo por la comodidad de muchos de nosotros entre los que me incluyo.
Muchas veces me veo llevando de merienda al parque estos zumos en tetrabrick que puede que sean prácticos para que los peques beban algo mientras juegan en el exterior, pero que si lees bien lo que llevan te asustarías de la cantidad de azúcares. Lo confieso, yo también peco, intento que sea lo menos posible.
Obesidad, caries, enfermedades cardíacas, diabetes, … son consecuencia de esta mala praxis alimentaria con los pequeños. No nos olvidemos que estamos generando en ellos unas costumbres y educando su alimentación… Los malos hábitos de niños serán difícil de corregir cuando sean adultos.
Uno de los problemas, cuando vamos al súper, es que no analizamos las etiquetas. En parte también por esa falta de tiempo y más cuando vas con niños a hacer la compra… Pendientes de mil cosas, lo que quieres es tardar lo menos posible en salir del supermercado. Coges las cosas sin leerlas y sin plantearnos de manera crítica lo que llevan. Es verdad, buscas que sea «sin azúcar añadido» pero eso no significa que no lleve de manera engañosa y escondida azúcar. Si leemos bien los ingredientes en las etiquetas lo descubriremos.

Pero es que para colmo, y aquí quiero alzar la voz para denunciar este tema, a veces, aunque leamos detenidamente la etiqueta no aparece la cantidad real de azúcar o de edulcorante que lleva un producto, el equivalente en cucharadas o alguna medida con la que hacernos una idea. Y no aparece porque no es legalmente obligatorio. Eso hay que cambiarlo. Por ley no deberían incluir ciertas cantidades y por ley deberían poner claramente lo que llevan.

Se suele avisar de que lleva sacarosa, o fructosa pero no la cantidad exacta. Por ejemplo, en una cucharada de ketchup podría haber hasta cuatro cucharadas de azúcar. En un refresco entre 20 y 30. Los niños no deberían tomar más de 25 gr. al día o lo que es lo mismo, 4-5 cucharaditas de las pequeñas como máximo. Imaginaos si se toman un refresco… y eso que no será lo único que tomen en todo el día. Ya va mal, muy mal, la suma y la ingesta recomendada de azúcares.

Os decía yo que estaba en pie de guerra, pero es que son muchos los estudiosos, científicos, biólogos, nutricionistas, médicos que han levantado su voz para que exista un férreo control, nos estamos jugando nada más y nada menos que la salud, presente y futura de nuestros pequeños, y la nuestra propia. Porque amigas y amigos, esto es extensivo a los adultos y a esos padres que son los que dan de comer a sus pequeños.
Entre estos expertos, Juan Revenga, Biólogo de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas (FEDN) y profesor de Ciencias de la Salud de la Universidad San Jorge: «estamos en un contexto casi de tintes bélicos en el que observamos por una parte a las empresas con intereses económicos en la industria azucarera y de productos procesados, que nos fuerzan a consumir más azúcar a pesar de conocer las enfermedades metabólicas que vamos a sufrir en un futuro. Y por otra parte, tenemos las administraciones con su política de brazos caídos que no controlan ni legislan para evitar este consumo masivo».
Así de duras son las críticas que he leído en internet y así de ciertas.

Investigando sobre el tema he llegado a leer que el consumo de azúcar es una droga legal. Y me parece una comparación bastante acertada. Sobre todo cuando parece que lo que hay detrás es la tiranía de la economía y los intereses mercantiles antes que los de la salud.

Hace unas semanas la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió prohibir el exceso de azúcar en los alimentos para bebés. Abogaban por la defensa de la lactancia materna y quiere conseguir que no se haga publicidad de comidas o bebidas dulces orientadas a los niños. ¿Os habéis fijado cómo se llenan de colores llamativos y de dibujos los alimentos más dulces y negativos para la salud de vuestros hijos? Generan atractivos productos, packaging e incluso hacen regalos de juguetes para llamar su atención. Las manzanas como merienda no llama tanto la atención como los coloridos paquetes de bollerías industriales o los paquetes de galletas con mil y un dibujos. Y es que los informes de la OMS son demoledores.

Comida comercializada para bebés y niños, así se llama el informe, analiza más de 7000 productos de alimentación para bebés comercializados entre noviembre de 2017 y enero de 2018 en 516 tiendas de cuatro ciudades: Viena, Sofía, Budapest y Haifa. Pues bien, casi un tercio de los productos para bebés menores de seis meses tienen azúcar como ingrediente, al igual que agentes edulcorantes y concentrados de frutas que no deberían añadirse a sus alimentos. Y no es poco, es que, en la mitad de los productos analizados, el azúcar suponía más del 30% de sus calorías totales. ¡Una barbaridad!. Es como para asustarse.

Con semejantes datos, la OMS realizó un segundo informe titulado Acabar con la publicidad comercial inapropiada sobre alimentos complementarios para bebés y niños entre 6 y 36 meses en Europa. ¿Qué se propone en este informe? La respuesta es fácil, no así la ejecución. Se busca que los Estados miembros de la Unión Europea acaben con la publicidad no apropiada, incluso que lo que debería recomendarse es que durante sus primeros seis meses de vida la leche sea su único alimento.

Chucherías, bebidas azucaradas, zumos, bollería industrial… no deberían se publicitados ni recomendados ni con bebés y niños como público al que dirigirse o incluso protagonizarlos. Es lo que se ha propuesto, no sé si va a ser viable.

Desde sinazucar.org se han marcado una meta. Denunciar la cantidad de azúcar libre que tienen en su composición muchos de los alimentos que tomamos de manera habitual y lo han hecho y lo hacen mediante fotografías que son realmente ilustrativas y que, al verlas, te sorprenden. No dejan indiferentes a nadie. Si quieres puedes seguirles en sus redes sociales y estar al tanto de todo lo que publican, es súper aconsejable.

Os pondremos aquí algunas imágenes de su página web que nos han llamado mucho la atención.

Osito Mega XXL de Fini (900gr) contiene 468gr. de azúcar, equivalente a 117 terrones.

*Fuente imágenes: sinazucar.org

Cereales Flakes Nocilla – de cada 100gr, 34 son azúcar. Total 8,5 terrones.

Infusión digestiva infantil de Mercadona: 90,1% de azúcar, un 4% de plantas.

Maxi petit de Hacendado por ejemplo, 12gr. de azúcar, 3 terrones.

Mi primer Danone: Antes llevaba 8 gramos de azúcar, pero desde el 14 de febrero, Danone ha mejorado Mi Primer Danone eliminando el azúcar añadido. El yogur, con leche de continuación, solo tiene 2,6 gramos de azúcar propio de la lactosa. Además han reducido la cantidad de yogur en su nueva fórmula (antes 125 gr ahora 100 g) evitando el desperdicio de producto y adaptado a las ingestas recomendadas de proteínas para bebés.

Galletas Tosta Rica: 8 galletas 11,3gr de azúcar, 2,8 terrones.

Cola Cao Turbo: un bote, el 77% es azúcar.

Vivesoy Naranja: un vaso de 300ml de zumo ViveSoy de Naranja y soja contiene 29,1gr. de azúcar el equivalente a 7,2 terrones

Potito de frutas Hipp de manzana y plátano con galletas, 250gr. contiene 27,5gr. de azúcares libres, total 6,8 terrones.

Actimel: 1 botellita de Actimel tiene 11,5gr. de azúcares totales, incluido la lactosa de la leche, lo que equivale a 2,85 terrones. El 8,3 % es azúcar añadido, es decír, 2,1 terrones.

Nubes Fini: 60gr. de nubes MarshMallow tienen 41,4gr. de azúcar, el equivalente a más de 10 terrones.

Dos barritas de Kinder chocolate: 13,4gr. de azúcares, 3,35 terrones.

¿Qué podemos hacer desde casa a pequeña escala?

La respuesta está en los productos frescos: frutas, verduras, pescados… todo estos no necesitan etiquetas porque no llevan añadidos, están sin procesar. Y es que podemos pensar que ese zumo de fruta es sano, total, es fruta… pues mejor comerse la fruta tal cual. Incluso aunque el zumo lo hagamos nosotros, para qué procesar algo que tiene todas sus propiedades en fresco. Pues volviendo a los zumos envasados, la gente piensa, para que tomen refrescos o batidos, mejor zumo de fruta, más sano… ¿Pero cuánta fruta llevan? En realidad, poquísima. Es todo azúcar.

Además de estos productos frescos a la dieta de los pequeños no les pueden faltar las legumbres y el arroz, cuyo azúcar es de lenta absorción y garantizará el aporte de energía que necesitamos los niños y los adultos. Es de lenta absorción como decimos no un pico puntual, un subidón de azúcar innecesario de productos procesados y alto contenido en azucares y grasas saturadas. ¿Si existen productos así en la dieta por qué no se utilizan y son la base? A veces por dinero, suelen ser más caros que los productos procesados, y a veces por falta de tiempo. Todo esto tenemos que cambiarlo. No puede ser que sea más barato comprar un bollo relleno de cacao que un paquete de cereales de avena.

En este sentido España llega tarde. La pionera fue Chile ya en 2016 que impulsó una Regulación del consumo de azúcar y del etiquetado. México, Reino Unido, Francia o Italia, por su parte, ya han tomado medidas incrementando los impuestos sobre los productos edulcorados para que sean más caros y así reducir el consumo.
Tenemos que fomentar buenos hábitos alimenticios, huir del sedentarismo favoreciendo además una vida activa y el ejercicio. Nuestros niños tienen que tener el ejemplo en casa. Es lo que tenemos que enseñarles y llevar una vida saludable hará que ellos también la lleven. Los niños de 1 a 3 años no deben tomar más de 15 gramos de azúcar al día (en algunos sitios he leído que hasta 17 gr.) El azúcar está presente en los alimentos que tomamos, de manera natural en algunos en forma de fructosa como en las frutas y en la mayoría de manera artificial.
Y tanto, ¿a que no os podíais imaginar que el jamón serrano envasado por ejemplo, como el ketchup que os decía antes, llevaran azúcar? ¿Es necesario que el jamón lleve azúcar? Es que es muy fuerte. Seguramente no sólo lo encontraréis en las etiquetas como azúcar, tiene muchos sinónimos para encubrirlo en el etiquetado: concentrado de…, sacarosa, glucosa, destrosa, jarabe de fructosa, jugo de caña, melazas, miel…
No os descubro nada nuevo porque la imagen del yogur con los terrones de azúcar al lado nos sigue removiendo la conciencia. Pues bien, ¿a que muchas les dais yogures a vuestros bebés pensando que son buenos y sanos? ¿Y a que para colmo compráis los yogures especiales para las primeras etapas y los niños pensando que estarán más cuidados incluso gastando más? Pues por ejemplo, hay yogures para niños que tienen 16gr. de azúcar. Antes he dicho que entre 15-17 eran los gramos recomendados al día para niños de 1 a 3 años. Pues con un yogur ya se pasarían. Desde la OCU se nos animaba a no darle dichos yogures a los niños por muchas razones.

Pack de baberos de rizo anti-calado con goma en el cuello (Mimuselina)

Y ¿qué me decís de la polémica que salpicó los medios de comunicación sobre la cantidad de azúcar que tenían las leches de fórmula, entre un 28 y un 54% de sus calorías totales eran azúcar. Y no sólo eso, también aceite de palma y derivados. ¿En serio? ¿Azúcar y aceite de palma como ingredientes de la leche de fórmula de bebés? Lo mismo con las papillas, es que no nos paramos a leer.
Y ¡qué decir de las galletas! Madre mía, y muchas pensábamos que evitando los bollos y dándoles galletas estaban mejor alimentados. Tan malo es lo uno como lo otro. Por cada 100gr. de galletas, 25 suelen ser azúcares. Inadmisibles. Con estos cereales y esta leche parece que el objetivo de que los bebés hagan peso se consigue, pero claro, ¿a qué precio? Al de jugarse su salud futura. El bebé debe engordar de manera natural. Nos quejamos de los piensos adulterados que dan de comer a los animales en criaderos pero sería algo parecido, permitidme la comparación.
Son bebés, hay que alimentarlos, no engordarlos porque sí a costa de meter «mierda» en las papillas, galletas o cereales.
¿Qué pasa con esto? Que acostumbramos al paladar con esa droga de la que hablábamos anteriormente, legalizada, interiorizada y ampliamente extendida en los productos de casa. Si la quitásemos de golpe, tendríamos a buen seguro una especie de síndrome de abstinencia, igual que con cualquier adicción o droga. Por no hablar de que no sabríamos comer, todo tendría un sabor extraño, soso, insípido y tendremos que reeducar al paladar y al estómago. Pero hay que conseguirlo. Hay que pelearlo. De hecho cuando en casa utilizamos los productos frescos procuramos no añadir casi sal para no cambiar el sabor y acostumbrarnos al real de los alimentos.
Y fuera de ella ¿qué pasa? Si tu pequeño no ha comido nunca gominolas es raro que cuando llegue a un cumpleaños quiera comerlas. Es cuestión de educación y costumbres. Muchos habréis experimentado lo que le pasa a un niño cuando hay exceso de azúcar en un momento determinado como estas fiestas de cumpleaños, o excesos de dulces o helados durante el verano. Pues que los niños se vuelven locos, agitadísimos, con un extra de energía brutal.
Ficticia y puntual eso sí. (Os quiero recordar aquí que incluso desde que están en el feto sucede esto, porque a muchas, a la hora de haceos una ecografía durante el embarazo, para ver al bebé en movimiento, os dijeron que os tomáseis algo de chocolate, ¿a que sí? Mal, no se debe abusar, y en todo caso una onza pequeña de chocolate negro). Parece que están espídicos con tanta azúcar en sangre.
En la medida que podáis huir de estas fiestas de cumpleaños y preparad menús saludables y otras alternativas a lo barato y rápido, por favor, por la salud de los vuestros y por generar unos círculos saludables cada vez más grandes, ahora que está tan de moda el tema exponencial de las redes sociales. Si mi iniciativa llega a mis amigos, y de mis amigos a otros podemos remover más conciencias.

Azúcar y niños: ¿Qué problemas pueden ocasionar estos niveles elevados de azúcar en ingestas repetidas durante años en los más pequeños?

-Colesterol
-Triglicéridos altos
-Obesidad
-Mala circulación
-Diabetes
-Problemas cardíacos (al consumo de azúcar hay que añadir la vida sedentaria de los niños, cada vez más, donde antes que salir al parque a jugar y correr prefieren la tablet o el ordenador en casa sentados)
-Tensión alta
-Dolencias de hígado y páncreas
-Caries
-Ansiedad
-Hiperactividad
-Depresión
-Falta de concentración en el ámbito educativo, bajando el rendimiento escolar.
-Retraso cognitivo
-Problemas relacionados con la percepción, la motivación o las emociones. Consumir mucho azúcar incrementa los niveles de dopamina, como lo hacen la nicotina o la cocaína. Por eso la droga de la que os hablaba, no es exagerado.
-Alteraciones del sueño y el descanso.

¿Cómo conseguirlo poco a poco?

Evitar que coman chucherías, chocolate o cualquier bollo procesado o industrial es muy complicado pero se puede conseguir sobre todo si ya lo hemos hecho desde el principio y si no están en su dieta no los echará de menos. Pueden ser un capricho para ellos pero hay que controlarlos muy bien. Y es que lo dulce está bueno no hay que engañarnos, y por eso nos apetece y por eso queremos consumirlo más y más.

Pues bien hay que conseguir educar al paladar y a los pequeños en esta sociedad a decir que no a los azúcares gratuitos en alimentos que no los llevan de manera natural. Como conseguir pues que los niños tomen menos azúcares añadidos, desengancharlos de esta droga y educar su ingesta a sabores naturales:

  • Hacerlo de manera gradual
  • Leer detenidamente las etiquetas, que aunque no son todo lo claras que deberían ser por ley, os informarán del contenido del producto: «hidratos de carbono, de los cuáles azúcares…» ojo con esto, no puede ser más de 5gr. por cada 100gr. de producto. Mira la lista de ingredientes que suelen aparecer por orden de cantidad presentes en el mismo. Si en los primeros lugares aparece el azúcar, azúcar de caña, fructosa, sucrosa, dextrosa, melaza, levulosa, jarabe de maiz, jarabe de glusoca, azúcar invertido… todas estas variables deben hacerte huir de elegir ese producto. ¿Cómo puede el jamón de york tener azúcar? En fin…
  • Mantén alejadas las bebidas azucaradas, refrescos, batidos, zumos… Un vaso de zumo de unos 250ml puede contener hasta el equivalente a 5-6 terrones de azúcar. Hay quien toma por ejemplo agua con gas y le añade una rodaja de limón o unas gotas de limón, ya es una manera más refrescante de tomarte algo en alguna terraza. Para los peques es que no es necesario. Todavía me preguntan extrañadas algunas madres porque a Nico y Valeria no les gustan los refrescos de cola. No les gusta, no la han tomado nunca. Lo hemos evitado siempre.
  • Cambia las galletas y cereales de dibujos y con extra de chocolate, caramelo y azúcares por la avena por ejemplo. Mezclada con frutas y empapada en leche es una gran alternativa.
  • Nada de bollería a media mañana o para merendar. En casa preparamos tupper de fruta, o frutos secos. A Nico le encanta la zanahoria cruda o los tomates cherry, una alternativa súper saludable.

*Imagen: Noticas Universia

A partir de este año 2019, Alemania ha prohibido el uso de azúcar en las bebidas destinadas a niños, Kindertee, que se vendían para hidratar a bebés y niños pequeños. Desde Alemania también luchan para poner freno a la publicidad de productos alimenticios que contengan azúcar, galletas para niños y otros, destinados a menores de edad.

Los estudios que demuestran que el azúcar es una droga y que está considerado casi como un veneno (primer veneno para justiciaalimentaria.com) son una realidad por lo que hay que engranar todo el mecanismo de reeducación alimentaria, comercial y sanitaria. En Alemania, la ministra de sanidad por ejemplo, es optimista para llegar a acuerdos voluntarios con las industrias, otros sin embargo, opinan que si no hay acuerdos voluntarios debería haberlos con penas y multas. Aún así queda mucho, muchísimo por hacer. Pero todos podemos empezar desde ya

La mejor recomendación final que os podría hacer es la de generar hábitos saludables de alimentación desde el nacimiento, aportando una dieta equilibrada rica en macro nutrientes y fomentando la obtención del azúcar de fuentes naturales como frutas y verduras.